Ablación.
Siento una gran tristeza al escuchar noticias como la que nos ha llegado esta semana, sobre las cuatro hermanas menores de edad de Vitoria -Álava- que fueron de vacaciones a su país de origen –Mali-. Su abuela materna, parece ser que con el consentimiento de sus padres, las llevó a que les practicaran la ablación, una horrorosa tradición que mutila gravemente a las niñas, muchas de ellas mueren debido a las infecciones provocadas por esta práctica sin la asepsia necesaria.
Aquellas niñas que no fallecen al poco de haberles realizado esta horrible mutilación, sufren infecciones repetitivas y dolores durante toda su vida. Sin contar, que se les priva de un derecho, sentir placer en sus relaciones sexuales.
Esta mutilación “la justifican” diciendo que es el paso a la vida adulta, y que así, pasan a ser “miembros de pleno derecho para la Comunidad“.
La hermana mayor, de catorce años, al volver a España puso en conocimiento de los Servicios Sociales, lo sucedido a ella y sus hermanas pequeñas.
¡Pobres niñas!, nunca olvidarán las vacaciones en casa de su abuelita.
No hay más palabras, ni más comentarios.
Cambiando de tema, en breve os podré comunicar la maravillosa noticia: que mi querida amiga Azucena ha vuelto a su casa después de cuatro meses.
Esperamos ver pronto a Azucena en casa.
Muchos besosssssssss
Coincido totalmente contigo sobre esa horrorosa tortura para las niñas.
En cuanto a Azucena, no la conozco, pero solo con ver el cariño con que deseas que se recupere, me emociona un montón.
Un besazo
Una costumbre más heredada de tiempos cuando la ignorancia era la reina (o igual sigue siéndolo…)
Y cómo no, auspiciada por la religión.
Hasta que no nos libremos de estas conductas crueles y ésta permivisividad con las barbaries por uno u otro motivo, el ser humano no será adulto.