“Amaneceres cautivos” de Nieves Hidalgo.

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HIDALGO, Nieves: “Amaneceres cautivos“. Ediciones B, S. A., 2009. Novela histórica ficcionada. 332 páginas.

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Nieves Hidalgo aprovecha un momento histórico, la España de Carlos I con el levantamiento de los Comuneros al frente de Padilla, Bravo y Maldonado, para introducir la historia de amor entre dos personajes, Carlos Arteche conde de Osorno y Marina Alonso y de la Vega, únicos, valientes, intrépidos cuyo objetivo es la Justicia.

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Nos describe la relación de amistad desde la infancia entre Marina y Elena Zúñiga, dos mujeres anticipadas a su tiempo, diferentes, guerreras, independientes, persiguiendo, en la medida de lo que pueden, la valía de la mujer y su autonomía alejada de la protección de un hombre.

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Intrigas, engaños, asesinatos te llevan a tomar partido por los personajes con el deseo de que todo se resuelva favorablemente.

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Es una novela entretenida, con una historia bien contada y llena de aventuras que te hacen pasar un rato muy agradable.

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Índice de críticas literarias.

Elena Fercun

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“Los niños de mangle” de Martín Doria.

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DORIA, Martín: “Los niños de mangle”. Editorial Edaf, S.L.U., 2019. XXIII Premio de Novela Negra. Ayuntamiento de Getafe. 259 páginas.

La novela arranca con la aparición del cadáver de una mujer y la desaparición de su hija, del barrio de Nuevo Belén, en la Ciénaga de Magdalena, Colombia.

Martín Doria, autor de la novela “Los niños de mangle”, a través del protagonista, Efraín Sánchez, un expolicía reconvertido en detective, se plantea si coger o no el caso que una bella joven, Alejandra Arroyo, le encarga encontrar a una niña de 9 años.

Pronto disipa sus dudas y se hace cargo del caso por tratarse de una niña.

La temática que presenta es la trata de niños de Caribe, la pederastia, internautas pedófilos, turismo sexual y la masa de dinero negro y sucio que mueve.

Los niños de mangle son niños desprotegidos, usados, maltratados cuyas vidas no tienen ningún valor, objeto de violencia sexual. Todo se sabe y nadie actúa.

Una novela dura por su contenido, muy bien estructurada donde sentimos la maldad, sus promotores, su dedicación. Por otro lado, el empeño de los que sí ven y quieren hacer algo por evitar la fractura de la infancia y el daño irreparable.

Efraín luchará arrastrando un pasado doloroso, y lo hará con la ayuda de su amiga inseparable, Pringamosa, a riesgo de perder su propia vida.

Considero, que el XXIII Premio de Novela Negra -Ayuntamiento de Getafe- a esta novela, está totalmente merecido.

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Elena Fercun

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