“Sira“ es la continuación de “El tiempo entre costuras” y quinta novela de María Dueñas.
Una fabulosa novela en forma y fondo, con escritura formidable, bien documentada, que nos hace un recorrido histórico a mitad del siglo XX.
La narración parte del verano de 1945, con una Europa masacrada por el fin de la Segunda Guerra Mundial. Llega el momento de la reconstrucción.
La vida de los personajes, envuelta en hechos históricos -la gira por Europa de Eva Perón, Barbar Hutton en Sidi Hosni, Tetuán…-, transcurre en Jerusalén, Londres, Madrid y Tánger.
Sira Quiroga, nuestra protagonista, ya no es una joven desvalida e inocente, la vida la ha forjado como el hierro, pero no por ello, dejará de azotarla con gran dureza y dramatismo.
En su nuevo periplo, tomará otras identidades, conocerá nuevas situaciones y personas, también habrá reencuentros, unos deseados, y otros, no tanto.
En esta novela, veo a María Dueñas, “más bregada”, con las tablas que da la experiencia, pero personalmente, me resultó más apasionante “El tiempo entre costuras”, ya sé que esto de comparar no debería de ser, pero es inevitable.
No obstante, “Sira” es una magnífica novela en contenido y forma. Y desde luego, muy aconsejable. No defrauda. Gracias, María.
AQUILLUÉ, Daniel: “Guerra y cuchillo“. Los sitios de Zaragoza 1808-1809. Editorial La Esfera de los Libros, S.L., 2021. Ensayo histórico. 348 páginas.
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Extraordinario ensayo histórico de Daniel Aquillué.
Un libro documentado con rigor. De lectura interesante, didáctica y muy amena.
Su narración se asemeja a una retrasmisión deportiva de gran precisión y agrado.
Nos relata, paso a paso, la vivencia de los aragoneses y colaboradores en la Guerra de la Independencia (1808-1814), concretamente de los dos sitios de Zaragoza en 1808 y 1809.
Los españoles no querían en el gobierno a Manuel Godoy, ni el reinado de José I Bonaparte -a sus defensores se les llamó afrancesados-, la mayoría estaba a favor del reinado del hijo de Carlos IV, Fernando VII -los fernandinos-.
El ejército imperial de Napoleón, el francés, contaba con ventaja de número, de armamento y estrategia militar. Defensor del reinado de José I Bonaparte.
Por otro lado, el ejército defensor, el español, los fernandinos, las tropas aragonesas principalmente, no disponían de ejército como tal, ni armamento, ni estrategia militar. Pero, defendió hasta la muerte y asombró a Europa entera, dando ejemplo de valentía, coraje como nunca se había visto.
Habla de la importancia de los sectores, barrios zaragozanos en los sitios, entre ellos, dos de gran significado para mí, porque en uno de ellos nací, barrio de la Magdalena, concretamente en la calle Palomar, donde estaba el convento de Santa Mónica, y al lado, el de San Agustín; y en otro, viví parte de mi infancia, barrio de San José.
Nos cuenta la lucha encarnizada que se vivió en ellos y en otros sectores de la ciudad.
No se trató de una guerra al uso, porque no había un ejército en condiciones. Fue una guerra a cuchillo donde los zaragozanos-as lucharon con lo que pudieron y, era muy poco.
El papel de la mujer fue fundamental, tanto en el avituallamiento de los combatientes, su cuidado y curación, como en el ataque al enemigo.
Entre todas esas mujeres, podemos destacar a Agustina Raimunda Saragossa i Domenech, Agustina de Aragón, catalana de 22 años, que luchó en los dos sitios de Zaragoza. Manuela Sancho en los barrios de San José y Puerta Quemada. Josefa Buil combatió en la zona del convento de San Agustín. La condesa de Bureta también colaboró, como tantas otras más.
Estas mujeres tuvieron el reconocimiento a su valentía por el capitán general de Aragón José Palafox, y las comparó a las amazonas de la Antigüedad.
El primer sitio, verano de 1808, fue victorioso para los zaragozanos-as.
El segundo sitio, invierno de 1809, Zaragoza fue masacrada, pero no solo fueron las balas, las minas, el fuego de artillería, sino también, la epidemia de tifus en enero de 1809, lo que causó muchas muertes y debilidad de la población.
Daniel Aquillué consigue una extraordinaria narración de los sitios de Zaragoza (1808-1809), documentada con rigor, que hace las delicias de sus lectores con su libro “Guerra y cuchillo“.