Serie Bevilacqua y Chamorro. Editorial Planeta, S.A., 2018. Thriller policíaco, 374 páginas.
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Nueva aventura de los guardias civiles, el subteniente Bevilacqua y la sargento primero Chamorro.
Esta vez en Algeciras, San Roque, el secuestro en dos tiempos diferentes de dos jóvenes amigos y compañeros de un negocio de dudosa legalidad, ya que hacer amigos y conocer personas es dificil algunas veces y por eso usar un chat adultos puede ser util para esto.
Dos jóvenes informáticos con todo el futuro por delante.
Un operativo de la Guardia Civil se desplaza desde Madrid al Estrecho, Campo de Gibraltar para colaborar con los guardias de allí.
Pasan los días y no se sabe nada de los dos secuestrados, Crístofer y Sebastián.
Sin rastro. Un secuestro chungo. Las familias desesperadas. El tiempo siempre juega en contra.
Es una novela entretenida que mantiene la incógnita hasta el final.
En manos de esta pareja de guardias civiles, Rubén y Virginia, que nos resultan familiares, simpáticos, buenos compañeros, sucumbimos a las páginas de la nueva aventura “Lejos del corazón“ servida por Lorenzo Silva.
He titulado este post “Canto al Respeto, a la Justicia”, como no podía ser de otra forma, tras la indignación, vergüenza que siento por la falta de empatía y sensibilidad ante la violencia de género que han mostrado tanto verdugos -miembros de La Manada-, como los jueces que han dictaminado la sentencia injusta ante el delito cometido. Lamentablemente, todos ellos hombres, pero en este caso malos hombres; mi más sincero respeto para todos los buenos hombres, a los que respeto y admiro al igual que a las mujeres, y no por su género, sino por el hecho de ser personas.
Hablando de los jueces de este caso, considero que el Poder Judicial debe de expedientarlos, como mínimo o, separarlos definitivamente. No se puede permitir que estemos en manos de jueces machistas, insensibles, sin empatía, a favor de la violencia de género. ¿Qué es esto? Un juez ha de ser justo, dictaminar Justicia sobre todo ante pruebas tan evidentes que no dejan lugar a duda. Me he preguntado cómo son estos hombres, sobre todo el que ha manifestado que a la víctima se la veía gozar… que la trataron sus verdugos con delicadeza… que no se negó porque cerró los ojos y no gritó…¿qué hubiera hecho este juez si a él le hubieran violado 5 hombres más fuertes físicamente, con la encerrona de meterlo a un portal donde le esperaban 4 individuos más; supongo que se hubiera hecho “sus necesidades patas abajo” y se hubiera doblegado si quería sobrevivir a dicha brutalidad.
Este juez, y los otros 2 también, tienen madre, habrán tenido abuelas, o tienen hermanas, hijas, sobrinas, nietas… ¿hubieran dictaminado la misma sentencia? No podemos estar en manos de jueces, injustos, machistas, insensibles… No pueden ejercer Justicia porque no son dignos de ella.
Hablemos de los verdugos, de los miembros de La Manada. Brutales, malos, insensibles ante el dolor y vejación de la MUJER. Aunque sea repetirme me hago la misma pregunta ¿qué les parecería que a sus madres, abuelas, hermanas, novias, sobrinas las hubieran violado brutalmente como han hecho con su víctima? ¿cómo reaccionarían? ¿qué sentencia les parecería justa?
Estos individuos, porque para mi no tienen la categoría de personas, ya tenían antecedentes de violencia de género, de violación y lo más tremendo es que uno de ellos pertenece al cuerpo de la Guardia Civil y su dedicación se desarrolla en la brigada de Violencia de Género, qué ironía…por el día me dedico a ir en contra de la violencia de género y, por la noche o cuando quedo con mi “maravilloso grupo”, me entrego a ejercer la violencia de género, a violar mujeres en grupo… pero qué está pasando… ¿cómo el cuerpo de la Guardia Civil permite esto…? Expulsión automática y definitiva.
Otro de los miembros de La Manada, parece ser que es militar… Expulsión automática y definitiva.
¿En qué mundo vivimos? ¿Cómo nos podemos sentir seguros? ¿Quién nos va a proteger?
Hablemos de la víctima. Una joven de dieciocho años sobre la que se ejerció una violación múltiple -5 individuos mayores que ella, más fuertes físicamente- con premeditación, alevosía y nocturnidad. Hubo maltrato físico y psicológico. A todo esto, tenemos que añadir que tras la sentencia injusta: “Abusos pero no violación”, se produce un maltrato psicológico a la víctima, violencia institucional; porque, señores, hablemos claro, el silencio de una mujer ante semejante situación, NO es decir Sí a las relaciones sexuales, es tener MIEDO, TEMOR por su vida, es deseo de vivir, si es que se puede después de un hecho tan salvaje, tan terrible.
¿Cómo se debe de sentir una persona que es violada por 5 individuos y además los jueces dictaminan una sentencia machista, irracional, injusta, a favor de los verdugos?
Supongo que fatal, con desesperación, indignación, vergüenza, violada nuevamente, vejada por aquellos que ejercen la Justicia que con ella no han tenido.
¿En qué mundo vivimos? ¿Cómo nos podemos sentir seguros? ¿Quién nos va a proteger? ¿Quién hará justicia con nosotros?
Mi mayor repugnancia hacia los miembros de La Manada y a los 3 jueces, sobre todo uno, que no han ejercido justicia en este caso. Estos 8 hombres han violado a la víctima, los 5 primeros física y psicológicamente; los 3 últimos, la han “violado” psicológicamente y, sobre todo, le han negado Justicia.
Mi más sincero y absoluto respeto a todos los hombres buenos, ninguno para los 8 del párrafo anterior.
¡Qué mundo más penoso!, donde no hay Justicia, donde no hay Respeto, no hay Valores…donde hay violencia y agravio.
Estamos y estoy con la víctima. Ha sido una violación múltiple, NO abusos.
