“Volver a Canfranc” de Rosario Raro.
RARO, Rosario: “Volver a Canfranc”. Editorial Planeta S.A., 2015. Novela histórica y de ficción, 504 páginas.
Una novela situada en un tiempo y espacio histórico, la estación internacional de Canfranc, en Huesca –Pirineo Aragonés-, durante 1943 y 1944, cuando Europa estaba sufriendo la II Guerra Mundial.
Una estación ferroviaria inaugurada el 18 de julio de 1929, edificio imponente de doble jurisdicción francesa y española –línea de Midi en el lado francés y el resto española, el ferrocarril del Norte. Este enclave supuso la puerta a la libertad de Europa.
El interior de la estación acogía un hotel compuesto por 366 habitaciones -un año más uno-, aquí cobra protagonismo la habitación bisiesta, donde tuvieron su estancia las personas acogidas que huían de los nazis -judíos en su gran mayoría-.
La estación de Canfranc está en permanente contacto como destino último con la estación del Norte de Zaragoza, ubicada en el barrio Jesús -en la margen izquierda del río Ebro de la capital aragonesa- donde el movimiento de la Resistencia cuenta con un personaje imprescindible, el doctor Mallén, catedrático de Medicina.
Desde Zaragoza los refugiados enlazaban con Lisboa y de allí a América, huyendo de lo que será la Solución Final del Tercer Reich. De ahí, que se llamara “la puerta de la libertad de Europa”.
Rosario Raro, la autora, nos presenta unos personajes contundentes, con otros nombres a los reales. Parte de este elenco está compuesto por:
- Laurent Juste -jefe aduanero en la estación-.
- Jana Belerma -camarera del hotel-.
- Esteve Durandarte -contrabandista-.
- Montlum -ayudante en la panadería de Canfranc-.
- Tricio y Pilar -matrimonio que regenta la fonda “La Serena”-.
- Didier -operario ferroviario-.
- Capitán Wagner -de la policía alemana en la estación-.
- Gobernador de Huesca, Casanarbone y su mujer Mimín …
Muchos de ellos colaboraron con la Resistencia ayudando a poner a salvo a cientos de personas. Personajes que nos enamorarán al paso de las páginas, pero no todos, otros merecerán nuestro desprecio.
Rosario Raro entrelaza ficción con realidad de forma muy sutil, hechos auténticos y comprobados de parte de nuestra Historia. Frente al horror nazi, personas desinteresadas arriesgaron su vida por salvar a otras de ser exterminadas por la lamentable ideología del Tercer Reich.
Canfranc estación no sólo abrió la puerta a la libertad, sino que fue una esperanza de vida porque en los vagones de los trenes se transportaba medicinas y alimentos a Europa, por ello recibió el nombre, bien merecido, de “la despensa del continente europeo”.
Una frase de la autora, en boca de un personaje, que me ha hecho pensar y por ello la resalto, es: “Sólo nos ha sido dada una vida, pero con ésta podemos salvar muchas otras. Recuérdalo”.
En la actualidad, en la sociedad que vivimos, ¿qué hemos hecho por todas aquellas personas que huyen del horror de la guerra en sus países, del hambre y la enfermedad, de la muerte? Nada, a los hechos me remito.
Para terminar, comunicaros que la estación de Canfranc volverá a abrir sus puertas y será operativa, según las previsiones, en 2020.
Os recomiendo esta novela, no os defraudará.